En el ámbito tecnológico, es habitual que las compañías se autodenominen como ‘empresas orientadas al producto’, ya sean startups, scaleups o grandes corporaciones. Sin embargo, a menudo esto sólo significa que confían en su producto para funcionar, en lugar de utilizarlo activamente para orientar sus decisiones estratégicas e impulsar el éxito empresarial a largo plazo.
Me incorporé a Job&Talent en 2022 con la visión de encabezar la transformación de la empresa en una organización verdaderamente impulsada por sus productos y la tecnología. La empresa es algo más que un mercado de trabajo: es una plataforma integral que conecta a las personas que buscan empleo con las empresas y presta apoyo a ambas partes a lo largo de todo el proceso, desde la contratación hasta la incorporación y la administración.
Desde 2009, Job&Talent se ha esforzado por derribar las barreras en la búsqueda de empleo y la contratación. Gracias al producto, la empresa ha logrado un enorme crecimiento, generando más de 2.000 millones de dólares de ingresos en 2022. Pero en un sector tradicional y conocido por estar retrasado en temas de innovación tecnológica, los fundadores de Job&Talent, Juan Urdiales y Felipe Navío, se dieron cuenta del enorme potencial de crear un producto excepcional que elimine muchas de las frustraciones relacionadas con la búsqueda de empleo, la contratación y la gestión de la mano de obra.
Ahí es donde entré yo y donde empezamos nuestro viaje para convertirnos en una organización totalmente orientada al producto. Menos de un año después, estoy orgulloso de los progresos que hemos hecho y me complace compartir mis ideas sobre lo que significa estar orientado al producto y por qué es importante.
Orientación al producto versus dependencia del producto
Para estar orientado al producto, hay que cuantificar el impacto de cualquier fallo y gestionar el producto desde el punto de vista financiero. Si el sistema no funciona durante dos minutos, hay que entender el impacto de los costes y trabajar rápido para solucionarlo. Sabes que trabajas en una organización orientada al producto por el pánico que provoca cualquier cosa, por mínima que sea, que no funcione, y que afecta directamente a la cuenta de resultados. Cuando un elemento no funciona, mi teléfono suena al instante porque la empresa está perdiendo dinero y tenemos que entender el problema y solucionarlo. Eso es un claro indicio de que la empresa está dirigida por la tecnología, y no al revés.
Hay una diferencia entre la funcionalidad del producto y su propósito para la empresa. Para estar realmente orientados al producto, tenemos que dejar de preguntarnos qué tipo de funcionalidades o novedades tecnológicas tenemos que crear y, en su lugar, empezar a preguntarnos qué tipo de métricas empresariales tenemos que impulsar y cómo afectarán a las finanzas de la empresa. Estar orientados al producto significa no solo confiar en nuestra tecnología, sino utilizarla para informar sobre todos los aspectos de nuestro negocio. De este modo, podemos crear productos digitales de vanguardia que se adapten a cada etapa del ciclo de vida del usuario, al tiempo que maximizan la eficiencia operativa de la empresa y mejoran el rendimiento financiero. Depender de los productos significa no estar realmente orientado a ellos.
Orientación al producto versus orientación a las ventas
Estar orientado al producto también es diferente de estar orientado a las ventas. Esto puede sonar contradictorio, pero al desarrollar características únicas para las necesidades específicas de los clientes, puede estar poniendo a la empresa en riesgo de muerte por mil cortes. Una organización madura equilibra las necesidades inmediatas de ventas con la creación de valor para la empresa a largo plazo, generando más ingresos reales gracias a una visión de conjunto. Esto requiere un profundo conocimiento del negocio y del sector, ya que hay que anticiparse a lo que los clientes (que quizá ni siquiera se tengan todavía) puedan necesitar en el futuro (antes incluso de que ellos mismos lo sepan).
¿Y entonces qué?
Vayamos a la pregunta más importante: ¿Por qué importa realmente? Una de las principales razones para transformar una organización y orientarla al producto es que no se conoce realmente el negocio hasta que no se conoce el producto. Puede que haya invertido mucho dinero en el desarrollo de un producto, pero ¿cómo sabe si lo está utilizando de forma eficiente? ¿Cómo sabe si está realizando las elecciones adecuadas para aprovechar todo su potencial? Ser capaces de cotejar las oportunidades de producto con su valor financiero nos ayudará a tomar las decisiones correctas. En consecuencia, esto hace que la empresa se gestione con mayor eficacia, garantizando que las inversiones tengan un rendimiento mucho mayor.
Otra razón clave es el talento: sólo cuando sitúas tu producto en el epicentro de tu negocio podrás atraer y retener al talento clave que necesitas para tener verdadero éxito. Esto es lo que les motiva e inspira, el valor que puedes ofrecerles.
¿Qué se necesita en el viaje de la transformación?
El primer paso y el más importante es crear un ADN para la organización. En Job&Talent, el sentido de pertenencia es uno de nuestros principios operativos y, desde mi punto de vista, es el más importante para la transformación en una empresa impulsada por el producto. Siempre pregunto a mi equipo: ¿qué harías si fuera tu propia empresa? Ese tipo de planteamientos resuelven por sí solos muchas discusiones innecesarias.
Otro de nuestros principios operativos es basarnos en los datos, algo clave en nuestro viaje: Tenemos que tomar decisiones que sean lo más medibles posibles. A través de esto, también se puede fomentar una cultura de innovación dentro de la organización. Esto significa fomentar la creatividad y la experimentación con la ambición de influir positivamente en las métricas empresariales.
El segundo paso es exigir mucho a los líderes y miembros de la organización. Tienen que ser hábiles en diversas áreas, no sólo como directivos, sino también tener grandes capacidades técnicas y empresariales. Por ejemplo, si preguntas a alguien "¿qué harías si fuera tu propia empresa?", probablemente no obtendrás una respuesta significativa de alguien a quien le apasione la tecnología pero no le importe tanto el negocio.
Por último, necesitas crear una arquitectura sostenible sobre la que puedas construir. No queremos perder el tiempo desarrollando un montón de cosas que aún no necesitamos, pero tampoco queremos tener que reconstruir cada vez que necesitemos una nueva función. Construir para escalar y anticiparse, y al mismo tiempo ser lo más finos posible en el desarrollo, es el equilibrio por el que tenemos que luchar.
En conclusión, transformar una empresa en una organización impulsada a través de sus productos y la tecnología es un proceso complejo y difícil, pero que puede reportar importantes beneficios en términos de innovación, eficiencia y rentabilidad. Es un viaje que requiere un ADN organizativo fuerte, talento, versatilidad y una arquitectura sostenible. Sólo entonces podremos aprovechar las oportunidades importantes para nuestro negocio.
- Yaron Zeidman, Chief Technology Officer de Job&Talent